Fue uno de los profesores más entrañables de Economía

Rinden homenaje a Jaime Ros Bosch

Está presente en su obra y además vive a través de las ideas que supo inculcar a sus alumnos: Leonardo Lomelí Vanegas

En el Auditorio Narciso Bassols. Foto: Foro Consultivo Científico y Tecnológico.

La Facultad de Economía (FE) rindió homenaje a uno de sus profesores más entrañables y de los más influyentes economistas que han pasado por sus aulas: Jaime Ros Bosch (1950-2019), profesor y formador de economistas.

En la ceremonia, el rector de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas, señaló que la polarización ideológica siempre priva a los países de muchas de sus mejores mentes. Por eso, celebro que hayamos sido capaces, como Facultad, de recuperar a Ros en la última etapa de su vida, de gran productividad académica, de años muy fecundos y de una gran actividad en la docencia.

Él no solamente está presente en su obra, sino que vive a través de las ideas que supo inculcar a sus alumnos. “Creó una escuela de pensamiento que ha revitalizado en gran medida a nuestra Facultad y que la ha puesto en posibilidad de plantear alternativas para el desarrollo de la nación”, recalcó.

Antes de que yo fuera director de la Facultad, recordó, era un sueño largamente acariciado por muchos de sus amigos y colegas el repatriarlo, porque sabíamos del gran impacto que ello podía tener en construir una escuela de análisis de la realidad económica mexicana, desde una perspectiva macroeconómica, pero fundamentada en la historia y, al mismo tiempo, con capacidad de generar propuestas de política económica que desafiaran la ortodoxia, la misma que en gran medida lo obligó a exiliarse en los años 80 del siglo XX.

Ros siempre fue una presencia viva en ese nuestro medio académico, y por esto es tan reconfortante que ésta haya sido su casa durante la última etapa de su vida; por ello también resulta conmovedor ver a varios de los que fueron sus estudiantes, y en ese sentido, cerrar este homenaje con la profunda convicción de que Jaime sigue con nosotros a través de su familia, su obra y sus alumnos, concluyó Lomelí.

Lorena Rodríguez León, directora de la FE, dijo que recordar la vida y obra de Ros “nos convoca en la que fue su casa, su escuela donde cursó los estudios de maestría y a la que regresó después de 22 años de vivir y enseñar en Estados Unidos”. Este ejercicio de memoria colectiva nos lleva a la reflexión acerca de su legado y también sobre la vigencia de su pensamiento. Él nos ha dejado un legado imprescindible para analizar no sólo el comportamiento a corto plazo de las economías en desarrollo, sino también las causas por las que éstas no crecen.

En sus cursos de economía mexicana, Ros Bosch reflexionó en conjunto con sus estudiantes acerca de los grandes problemas nacionales, como la pobreza, la desigualdad, la alta tasa de informalidad en el mercado laboral, el rezago en materia educativa, la violencia y la criminalidad, todos ellos asociados a la falta de crecimiento económico.

Ros fue maestro en el sentido pleno de la palabra; a cinco años de su ausencia, su pensamiento y enseñanzas están más vigentes que nunca y sigue formando a generaciones de estudiantes e inspirándonos cada día. Además, informó, gracias a la generosidad de su familia y a las gestiones del doctor Juan Carlos Moreno Brito, hemos recibido parte del acervo que formaba su biblioteca.

José Ignacio Casar Pérez, investigador asociado al Programa Universitario de Estudios del Desarrollo (PUED) de la UNAM, mencionó que tal vez el área donde las aportaciones de Ros Bosch son más importantes es la referente a desarrollo y crecimiento. Él fue un economista extraordinario; la magna síntesis que ofrecen sus trabajos teóricos da cuenta sobrada del dominio que tenía de los modelos de que dispone la economía contemporánea. Sus trabajos aplicados atestiguan su maestría en el arte de elegir los más adecuados a los problemas que enfrentamos. “El mejor homenaje que le podemos rendir es leer su obra”.

En tanto, Juan Carlos Moreno Brid, tutor de Maestría y Doctorado en el Programa de Posgrado en Economía, señaló que el homenajeado no sólo destacó individualmente, sino también en equipos. Formó instituciones y engalanó todos los puestos que ocupó. Creo que está entre los cinco economistas más importantes en materia de teoría y práctica del desarrollo de su generación, y no sólo de México, sino de América Latina.

Por su parte, María Eugenia Romero Sotelo, también tutora en ese Programa, resaltó la generosidad intelectual y preocupaciones por los temas de desarrollo y la desigualdad social de Jaime Ros. Siempre estuvo dispuesto a colaborar con la Facultad, a la que quería entrañablemente y a la que se incorporó, a su regreso a México, como profesor de carrera, en 2010. “Hoy más que nunca, sus ideas deben ser consideradas en el proceso de revisión de los planes de estudios, para fortalecer la pluralidad, el pensamiento crítico y la búsqueda de alternativas para el desarrollo de nuestro México”.

El coordinador del PUED, Enrique Provencio Durazo, refirió que la preocupación manifiesta de Ros sobre el largo estancamiento mexicano, acerca de sus raíces y dinámicas de reproducción, que consignó en los libros, artículos e intervenciones en su última década de vida, dio lugar a reflexiones y planteamientos de política que conviene seguir revisitando. En uno de sus libros dejo la frase: “la economía y la sociedad mexicanas corren el riesgo de queda entrampadas en un triángulo perverso de criminalidad, estancamiento económico y desigualdad”. En esa “trampa ampliada” seguimos; entenderla y afrontarla requiere leer, releer, asimilar y seguir aprendiendo de Jaime Ros.

Gabriela Dutrénit Bielous, profesora de la Universidad Autónoma Metropolitana, destacó que Ros fue pionero en el impulso al análisis empírico de la economía mexicana y fundó el primer grupo de investigación sobre economía aplicada. Es ampliamente reconocido por sus aportaciones a la teoría económica del desarrollo, la explicación de los problemas de la industrialización, la dinámica del proceso de desarrollo de México y América Latina y, en especial, a los determinantes y obstáculos del desarrollo y crecimiento de la economía nacional desde una perspectiva histórica. “Su pensamiento sigue vigente y da luces sobre algunas opciones para seguir adelante”.

El profesor emérito de la FE, Rolando Cordera Campos, resaltó que Ros Bosch tomaba muy en serio la cuestión de las ideas. Encontró un conjunto de “alto riesgo” para la evolución democrática del país: lento crecimiento con desigualdad, “combinación explosiva” no sólo en términos de la economía, sino de otras dimensiones fundamentales de la sociedad.

Lente para entender el mundo

Diego Ros Durazo, hijo de Jaime Ros Bosch, recordó la fascinación de su padre por la economía y cómo todo lo veía a través de ella. Esa disciplina le servía como un lente para tratar de entender el mundo de una manera más honesta, pero al no tener respuestas fáciles, era necesario cuestionarla y discutirla. Otra de sus cualidades era la gran estima en que tenía a sus amigos: economía y amistad iban de la mano.

Adriana Durazo, viuda del homenajeado, recordó que su compañero de vida durante casi 45 años fue un hombre con una gran calidad humana. En las infaltables discusiones y debates que podían surgir, destacaba el profundo respeto que siempre guardó para aquellos con quienes disentía. Ni la petulancia ni la arrogancia formaron parte de su vocabulario. En ésta, su querida Facultad, su gran pasión, la economía, lo llevó a equilibrar sus grandes capacidades en las áreas de docencia e investigación. “En su fecunda carrera profesional, encontró el mejor medio para desarrollarse en grandes instituciones, eminentemente académicas y en todas ellas dejó una profunda huella”.

A la ceremonia, efectuada en el Auditorio Narciso Bassols de la FE, asistieron autoridades universitarias, familiares y amigos del homenajeado e integrantes de la comunidad de la FE.

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