Gran carisma y sencillez del venezolano

Rodolfo Barráez ganó el Premio de Dirección de Orquesta OFUNAM

En el certamen internacional participaron 93 directores menores de 35 años

Un buen director de orquesta es un buen músico, pero también es un buen gerente y un buen político (…) La orquesta está conformada por personas que tienen alma, que sienten, que tienen problemas, que están felices o tristes. Todas esas emociones son dirigidas por la mano del director. Se requiere preparación psicológica, empatía y exigencia, pero sin fingir. Simplemente hay que ser sincero, ser como eres.”

Así opina el venezolano Rodolfo Barráez, de 24 años, ganador del primer Premio Internacional de Dirección de Orquesta OFUNAM.

El galardón fue entregado en la Sala Nezahualcóyotl por la Coordinación de Difusión Cultural de la UNAM y la Dirección General de Música de la Universidad.

Con gran carisma y sencillez para dirigir a la Orquesta Filarmónica de la UNAM desde el pódium, así como pasión, buena técnica en el uso de las manos y habilidad comunicativa, Barráez fue elegido por el jurado como el mejor intérprete de este concurso en el que participaron 93 directores menores de 35 años.

Rodolfo Barráez ha estudiado música en Venezuela durante toda su vida. Primero fue cantante, luego tocó la flauta y finalmente se decidió por el violín. Al detectar su talento como director, cuando tenía apenas 15 años, sus maestros lo impulsaron a estudiar y dirigir sinfonías. En menos de un año interpretó la Novena de Beethoven.

“Yo me formé en el sistema venezolano. La primera vez que dirigí no sabía que podía hacerlo; simplemente me paré y empecé a corregir: ‘¡violines, tal cosa! ¡maderas, ¿podemos hacer esto?!, ¡cornos!, vamos a darle un poco más”, explicó Barráez, quien actualmente es director itinerante del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela y realiza estudios de posgrado en la Hochschule für Musik Hanns Eisler de Berlín.

Foto: Barry Domínguez.
Foto: Barry Domínguez.

El triunfador recibió un premio económico y la invitación para dirigir un concierto durante las temporadas 2019-2021 con algunas de las casi 20 orquestas de México y el extranjero que apoyan el galardón.

El segundo lugar fue para la china Jiajing Lai, de 27 años. Ella recibió un estímulo económico y la oportunidad de dirigir un concierto de la OFUNAM. La orquesta le otorgó un reconocimiento especial por su gran desempeño a lo largo de toda la competencia. El tercer sitio fue para el español-estadunidense François López-Ferrer, de 28 años.

En la etapa eliminatoria, realizada del 17 al 19 de septiembre, 11 directores ensayaron con la OFUNAM durante 30 minutos en la Sala Nezahualcóyotl. El jurado eligió a cuatro semifinalistas y, el día 21 del mismo mes, seleccionó a los tres finalistas.

En el último concierto, el domingo 23 de septiembre, los tres participantes interpretaron Collage para orquesta, de Armando Luna (1964-2015), una pieza de carácter obligatorio en el concurso, por el alto nivel de exigencia para los directores.

La segunda obra del concierto fue elegida por sorteo. A Jiajing Lai le tocó el primer movimiento de la Sinfonía num. 2, de Brahms; a François López-Ferrer, el primer movimiento de la Sinfonía num. 5, de Chaikovski, y a Rodolfo Barráez, el cuarto movimiento de la Sinfonía num. 9, Del nuevo mundo, de Dvorak.

Potencia y soltura

Los finalistas mostraron gran potencia y soltura en el pódium, pero, tras una larga deliberación de casi hora y media, el jurado se inclinó por el venezolano. Los jueces calificaron la preparación musical, calidad humana, habilidades para comunicarse con la orquesta y su energía en el escenario.

El Premio Internacional de Dirección de Orquesta OFUNAM será un concurso bianual.

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