Académico de la FCPyS analiza la lucha libre

Rudos y técnicos contra la pandemia

José Ángel Garfias propone explotar las redes sociodigitales e instrumentar estrategias que salven de la tercera caída a este espectáculo deportivo


Sobre el cuadrilátero, héroes y villanos; en el graderío, un público que se exalta. El antagónico es indispensable, es la razón de la atracción entre las cuerdas, es representación de vida, el apocalipsis entre el bien y el mal: es la lucha libre mexicana.

Así lo refirió José Ángel Garfias Frías, investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), quien aseguró que la lucha enfrenta ahora, con sus mejores llaves y lances, una de sus peores batallas en 90 años de historia, ante la orfandad de las arenas por falta de aficionados y la caída de toda la industria relacionada con ésta.

“Algunas empresas sólo viven de la taquilla, se perdieron todos los ingresos, quedó la explotación de marcas y licencias comerciales, están los derechos de transmisión, pero eso no cubre todos los costos; además, el propio luchador no se siente motivado al combatir sin público, no es lo mismo, no funciona igual”, agregó.

Al intervenir en la charla ¡A Dos de Tres!, la Lucha Libre en México, organizada por la Coordinación de Humanidades de esta casa de estudios, el académico universitario aseveró que la lucha libre sobrevivirá a esta tercera caída porque no es la primera vez que enfrenta situaciones críticas.

“Tuvo un momento complicado a finales del siglo XX, cuando le retiraron las transmisiones televisivas y, por ende, su difusión y promoción; hubo después pocas entradas, poco público, pero debido a su carácter de producto cultural y ser parte de nuestras tradiciones, se recuperará”, consideró.

Garfias Frías manifestó que habrá que pensar en otra forma de proyección de la lucha libre mexicana, tratar de vigorizarla con diferentes apoyos, como el regreso del cine de luchadores y las historietas y los comics.

“Hagámoslo, hay que explotar las redes sociodigitales, que los luchadores tengan los derechos por su imagen, implementar otro tipo de estrategias para que este espectáculo deportivo no se pierda; es nuestro patrimonio y hay que darle ese apoyo que necesita.”

“La mejor del mundo”

Más que una frase promocional, José Ángel Garfias afirmó que la lucha libre mexicana sí es la mejor del mundo, incluso frente a las de Estados Unidos y Japón, por su interacción con los asistentes.

“No lo pongamos en términos económicos ni numéricos, sino en el estilo particular que tiene y que construye en el propio ambiente e interacción entre público-luchador, que es fundamental”, dijo.

Se ve entre las cuerdas, continuó, no es lo mismo dar un golpe y dejarlo así, que hacer una exclamación, exagerar movimientos, hacerlo histriónico.

Además, apuntó, los superhéroes le han dado un imaginario a la identidad oculta de los luchadores por sus máscaras. En su caso, el cine hizo su trabajo con el Santo y se creó un producto cultural muy cautivador.

“Hay mucho en el campo del arte que se vincula con la lucha libre, lo vemos estrechamente ligado con otras actividades que han inspirado diversas expresiones artísticas.”

No hay que olvidar, resaltó, que algunas historietas sobre lucha libre alcanzaban la hoy inimaginable cifra de un millón de ejemplares, ¡era una locura!

“El comic y la historieta hizo que muchos mexicanos leyeran, y el Santo era el gran protagonista; sin embargo, dejaron de circular allá por 1980, y ahora se han vuelto artilugios de culto.”

Finalmente, el investigador de la FCPyS planteó que se requiere una recopilación, realizar un diccionario o alguna obra escrita sobre toda esta simbología de la historia de la lucha libre en México, y, claro, con este su más reciente capítulo que seguramente librará antes de la cuenta de tres.

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