Se estrena el Cuarteto para cuerdas número 13 de Beethoven
El último movimiento de esta obra –una fuga– no fue bien recibido por el público y la crítica, por lo que, a pedido de su editor, el músico alemán debió sustituirlo con otro final
Si Beethoven sólo hubiera compuesto a lo largo de su vida los 17 cuartetos para cuerdas (dos violines, una viola y un violonchelo) que legó a la posteridad, igualmente sería uno de los compositores más geniales de la historia de la música.
Los cuartetos beethovenianos han sido divididos en tres grupos: los iniciales, compuestos entre 1798 y 1800: 1, 2, 3, 4, 5 y 6, opus 18; los centrales, compuestos entre 1806 y 1811: 7, 8 y 9, opus 59, “Razumovsky”; 10, opus 74, “Las arpas”; y 11, opus 95, “Serioso”; y los últimos, compuestos entre 1822 y 1826: 12, opus 127; 13, opus 130; 14, opus 131; 15, opus 132; 16, opus 135; y la “Gran fuga”, opus 133, que en un primer momento constituyó el último movimiento del 13.
El 21 de marzo de 1826, el Cuarteto número 13 en si bemol mayor, opus 130, fue estrenado por el cuarteto de Ignaz Schuppanzigh en Viena. Debido a que ya no podía oír absolutamente nada, Beethoven decidió no asistir al concierto y esperar el regreso de sus amigos en una taberna cercana.
Cuando los amigos del músico llegaron a la taberna, le informaron que la mayor parte del cuarteto había gustado mucho a los oyentes, y que incluso el segundo y el cuarto movimientos habían sido repetidos. Beethoven, entonces, les preguntó por la fuga, a lo cual le respondieron que no había gustado. “¡Es lo único que deberían haber repetido! ¡Imbéciles!”, grito furioso.
Más adelante, el editor Matthias Artaria convenció a Beethoven de que publicara la fuga como una obra independiente y escribiera otro final menos largo, denso y difícil para el Cuarteto número 13. Beethoven también compondría una transcripción para piano a cuatro manos de la “Gran fuga”, que lleva el opus 134.
De esta singular fuga, Igor Stravinsky dijo: “Se me antoja el más perfecto milagro de toda la música. Sólo por su ritmo es una composición incluso más sabia y refinada que cualquier música concebida durante mi siglo. Música contemporánea que siempre será contemporánea.”
El Cuarteto número 13 consta de seis movimientos: 1. Adagio ma non troppo – Allegro. 2. Presto. 3. Andante con moto ma non troppo. Poco scherzando. 4. Alla danza tedesca (Alegro assai). 5. Cavatina (Adagio molto espressivo). 6. Finale (Allegro).
En cuanto a la Cavatina, una de las melodías más expresivas y conmovedoras jamás compuestas, el mismo Beethoven comentó poco antes de morir: “He escrito esta música en la mayor desolación. Y su lectura me conmueve hasta las lágrimas.”
Y por lo que se refiere al Finale (Allegro), que reemplazó a la “Gran fuga”, fue la última pieza musical completa que Beethoven compuso en su vida (hacia finales de 1826).