Premio al Servicio Social a 188 alumnas y alumnos destacados

Esta iniciativa, fundada por Gustavo Baz Prada, permite que la juventud se acerque a realidades profundas y diversas

El servicio social permite que la juventud se acerque a realidades profundas y diversas; aquellas del México que aún hoy necesita de nuestra ayuda, afirmó el rector Leonardo Lomelí Vanegas.

Gracias a su trabajo, la Universidad Nacional sigue consolidando programas que tienen repercusiones y resultados a lo largo y ancho de todo el país; desde alfabetización hasta la atención en áreas prioritarias de salud, derecho, seguridad, ingeniería y sostenibilidad, aseguró.

Al presidir la ceremonia de entrega del Premio al Servicio Social Dr. Gustavo Baz Prada 2024, otorgado a 188 alumnas y alumnos destacados por sus aportaciones en diversas ramas del conocimiento, agregó que este galardón también es un homenaje al espíritu de colaboración, que se manifiesta en la enorme capacidad de las y los universitarios para trabajar en equipo, llevando sus saberes a lugares donde el acceso a diferentes servicios es limitado.

En el Auditorio Raoul Fournier de la Facultad de Medicina, dijo que hoy, casi 90 años después de esta iniciativa, el servicio social sigue siendo uno de los puentes más sólidos entre la Universidad Nacional y la sociedad, reforzando nuestra misión de formar no sólo a profesionistas altamente capacitados, sino también a ciudadanas y ciudadanos críticos y comprometidos con el bienestar colectivo.

Fotos: Benjamín Chaires.

“Su entrega en iniciativas que han beneficiado a la sociedad encarna los más altos valores de esta casa de estudios: solidaridad, empatía, rigor y compromiso con el desarrollo de nuestra nación”, afirmó.

El Rector encabezó la ceremonia a la que asistieron también 60 académicos, así como las y los galardonados y sus familias. Estuvo acompañado en el presídium por Patricia Dávila Aranda, secretaria general; Fernando Macedo Chagolla, secretario de Servicio y Atención a la Comunidad Universitaria; Germán Álvarez Díaz de León, director general de Orientación y Atención Educativa; Ana Carolina Sepúlveda Vildósola, directora de la Facultad de Medicina; Patricia Elena Baz Gutiérrez, nieta de Gustavo Baz Prada; Rogelio Barroso Ramos, responsable del servicio social en la FES Cuautitlán; y los alumnos Michel Aidet Cortés Angulo, de la ENES Mérida, y Ricardo Tapia Cedillo, de la Facultad de Derecho.

En su oportunidad, Fernando Macedo Chagolla subrayó que estudiar en una institución tan prestigiada como la UNAM es un privilegio, pues además de recibir una educación de excelencia, “nuestros estudiantes se enriquecen en su vida cultural y con diversas actividades de formación, desarrollando en ellos un profundo compromiso humanista y vocación social, valores que son pilares de la Universidad y que amalgaman a la sociedad”.

Recordó que en 1936 Gustavo Baz Prada, siendo director de la entonces Escuela Nacional de Medicina, instauró el servicio social para que las y los estudiantes brindaran servicios de salud a comunidades marginadas.

“En 1945 se estableció como requisito para la titulación, y actualmente es una de las actividades más nobles que beneficia a la sociedad mexicana”, señaló.

En nombre de los galardonados, el alumno Ricardo Cedillo, de la licenciatura en Derecho de la Facultad del ramo, narró sus experiencias con migrantes en el programa Casa Refugiados, en el que estuvo involucrado con el rescate de niños que fueron separados de sus padres, los cuales provenían de Haití y Venezuela.

“El servicio social significó materializar mis conocimientos y darme cuenta de que es mejor servir que ser servido”, dijo emocionado.

Por su parte, Michel Aidet Cortés Angulo, alumna de la carrera de Desarrollo y Gestión Interculturales en la ENES Mérida, comentó su experiencia en un proyecto de divulgación de la ciencia que benefició a 350 alumnas y alumnos de primaria y secundaria de la capital de Yucatán.

“Es un motor de cambio”, remarcó, consciente de que esta experiencia marcará su vida profesional futura.

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