Sombría, la integración económica de América del Norte
La integración económica en América del Norte enfrenta un panorama sombrío, y lo que se había avanzado en la identidad regional ha dado pasos hacia atrás. Pero no sólo eso; en la relación bilateral entre México y Estados Unidos de América (EUA) nos encontramos atorados en un vínculo muy asimétrico y sin salida. Ahora estamos ante fechas definitorias, en las que se debe retomar la narrativa de la responsabilidad compartida, señalaron expertos de la UNAM.
En el Tercer Congreso Bienal de Estudios Norteamericanos: ¿Futuro compartido?, Leonardo Curzio Gutiérrez, investigador del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN), expuso que quedan pocos días para que venza el plazo de los aranceles que EUA quiere imponer a los productos de México.
“Hemos tenido señales de entendimiento. Estamos ante fechas definitorias y la avenida de la convergencia es mucho más ancha que el callejón de los reproches. A México le conviene llegar a acuerdos, sobre nuevas bases”, consideró el académico.
Serán días decisivos y nuestra presidenta debe tratar de gestionar la vecindad de la mejor manera. Tiene todos los incentivos para cooperar y comenzar a dar resultados, porque las encuestas que la aprueban con amplitud también dicen que, en materia de combate al crimen organizado, el gobierno está en niveles mínimos, mencionó Curzio.
En la mesa 22 del encuentro, “Retos de América del Norte ante el inicio de un nuevo gobierno en Estados Unidos”, Alejandro Chanona Burguete, director de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), apuntó que a un mes del inicio de la segunda presidencia de Donald Trump, la comunidad internacional está a la expectativa. Las órdenes ejecutivas del mandatario estadunidense han llevado de la mano la agenda de política comercial y de seguridad fronteriza, así como la designación de los cárteles mexicanos y otras organizaciones criminales como terroristas.
“Trump 2.0” es más agresivo; está corrigiendo su primera versión y es más desafiante. En las negociaciones quiere imponer sus condiciones a sus contrapartes y buscar conseguir el máximo beneficio. Usa una narrativa combativa y le sigue hablando a su electorado como el único líder capaz de garantizar los intereses y la viabilidad de su nación. El “Make America great again” tiene como objetivo impulsar la hegemonía estadunidense y enfrentar la competencia estratégica con China, opinó.
Asimismo, dijo, evoca el expansionismo americano; sus expresiones sobre Groenlandia, el Canal de Panamá o el Golfo de México dan cuenta de ello.