Aniversario del Instituto de Fisiología Celular

“Son 45 años de trabajo incansable”

“Esta celebración nos invita a reflexionar sobre nuestro camino recorrido y las enormes oportunidades que nos depara el futuro”: Luis Tovar y Romo

La comunidad del Instituto de Fisiología Celular (IFC) se reunió en una jornada de conmemoración para celebrar los 45 años de creación de esa entidad académica de la UNAM.

Luis Tovar y Romo, director del IFC, dijo que es un honor celebrar 45 años de excelencia, innovación y compromiso con la ciencia. “Este aniversario del IFC nos invita a reflexionar sobre nuestro camino recorrido y las enormes oportunidades que nos depara el futuro”.

Agregó que el ambicioso sueño de formar un centro de referencia sobre los mecanismos que sustentan la vida a nivel celular y molecular 45 años después se ha cumplido y se sigue renovando día con día.

Consideró que la comunidad del IFC ha sido testigo de los impactos tangibles que el conocimiento ha generado en campos como la biomedicina, las neurociencias, la genética y la biotecnología.

Tras pedir un minuto de silencio por el reciente fallecimiento del investigador José Luis Molinari Soriano, Tovar y Romo destacó que el aniversario del IFC es importante porque estamos llenos de desafíos, como las enfermedades emergentes, el cambio climático y la inequidad social.

“El conocimiento científico se erige como una herramienta fundamental para encontrar soluciones”, subrayó.

Luis Tovar y Romo, director del IFC. Foto: Víctor Hugo Sánchez.

Dijo que, durante más de cuatro décadas, el IFC ha formado a investigadoras e investigadores que no sólo han contribuido al avance del conocimiento, sino que también han transformado la manera en que entendemos los procesos biológicos.

“Son 45 años de trabajo incansable que han transformado nuestra comprensión de los mecanismos que sustentan la vida”, afirmó Soledad Funes Argüello, coordinadora de la Investigación Científica.

Al presidir la ceremonia conmemorativa ante su comunidad reunida en el Auditorio Antonio Peña Díaz, la también exdirectora del IFC dijo que esa entidad académica se ha consolidado como un faro de conocimiento y un ejemplo de cómo la ciencia puede forjarse con pasión, colaboración y visión de futuro.

Recordó que sus raíces provienen de dos áreas: las neurociencias, que comenzaron a florecer en el Departamento de Biología Experimental del Instituto de Biología; y la bioquímica, que emanaba del Departamento de Bioquímica de la Facultad de Medicina.

Agregó que ambos grupos se integraron en 1979 como Centro de Investigaciones en Fisiología Celular, y para 1985, éste se transformó en el Instituto de Fisiología Celular, un espacio donde las fronteras entre disciplinas se desdibujaron para dar paso a la innovación.

“Aquella semilla que se plantó hace más de cuatro décadas no tardó en germinar, convirtiéndose en 1985 en el IFC. Desde entonces, con mucha creatividad, rigor, esfuerzo y capacidad de gestión, el Instituto ha crecido, ha construido varios edificios y ha adquirido equipos únicos; se ha cuestionado y replanteado académicamente en más de una ocasión; ha contribuido a la formación de miles de alumnas y alumnos; ha creado muy diversos grupos de investigación que han sabido sortear los retos del cambio, con nuevas herramientas y disciplinas”.

Soledad Funes Argüello. Foto: Víctor Hugo Sánchez.

Añadió que este proceso ha estado acompañado por un compromiso indeclinable con la formación de nuevas generaciones.

“En 45 años, el IFC ha demostrado que la ciencia y el conocimiento se construyen con el intercambio de ideas y la discusión crítica. Ese espíritu que combina tradición y vanguardia ha permitido que el Instituto se mantenga como un referente nacional e internacional”.

Funes Argüello dijo que este aniversario es también una invitación para ver hacia el futuro, para plantear nuevas preguntas y encontrar otros caminos que los conducirán a nuevos horizontes de conocimiento.

Agradeció a la comunidad del IFC su trabajo y defensa de la importancia de la investigación básica, necesaria para enfrentar los retos actuales.

Después de la inauguración, los investigadores eméritos Herminia Pasantes Ordóñez y Antonio Peña Díaz participaron en un panel donde narraron sus experiencias en la primera etapa de creación del IFC.

También podría gustarte