Testimonios de brigadistas pumas
Con ánimo incansable, como el espíritu universitario, decenas de jóvenes alumnos y egresados acudieron al llamado de la sociedad para dar asistencia a los afectados por el sismo del 19 de septiembre. Las manos de futuros médicos, biólogos, enfermeros y químicos de la UNAM se ocuparon de distintas tareas para cubrir necesidades primordiales, como la atención médica o el control del acceso a las áreas siniestradas
Brenda Ariadna Vázquez Jiménez, del sexto semestre de la carrera de Biología en la FES Zaragoza, formó parte de una brigada de 85 universitarios que se dividieron para acudir a diferentes puntos de la ciudad.
La chica relató que desde las 7 de la mañana se dirigieron al Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas, desde donde fueron enviados a donde parecía necesaria su presencia; no obstante, en algunos lugares no fue posible dar ningún tipo de ayuda porque ya había suficiente.
Una parte se dirigió hacia el Zócalo y otro grupo multidisciplinario de 20 jóvenes llegó a Calzada de Tlalpan. Aunque no pudieron apoyar directamente en el levantamiento de escombros, sí participaron en la cadena humana para descargar y separar víveres y medicamentos; su tarea más difícil fue la organización de personas.
Otros de los brigadistas de la FES Zaragoza fueron trasladados en motocicleta desde ese punto hacia otros sitios donde se requerían médicos. Brenda Ariadna dijo al respecto que se lleva un control estricto de quienes intervienen, el lugar donde se encuentran y la labor de cada uno.
“Trabajamos en la separación de material de curación y se armaron kits para enviarlos al pueblo de San Gregorio, en Xochimilco, donde se requieren con urgencia”, comentó. Luego de horas de tenaz labor, la brigada de Zaragoza se dispuso a retornar a casa para no entorpecer el apoyo.
Para Brenda la experiencia fue increíble. “Salí en la noche con compañeros a repartir agua, y no había entendido la gravedad hasta que recorrimos la ciudad. Fue impactante, pero es reconfortante cómo estamos unidos los jóvenes, alumnos del Politécnico, de la UNAM, de todas las carreras, cómo nos encontramos y trabajamos juntos”, concluyó.
El llamado de la vocación
Brad Fragoso González, del tercer año de la carrera de Medicina, tomó sus instrumentos médicos y nunca dudó en acudir al llamado de su vocación.
Antes de llegar al Multifamiliar Tlalpan fue a otros lugares siniestrados, donde ya estaba cubierta la atención médica. En el multifamiliar su ayuda fue dirigida, en especial, a los voluntarios que, sin descanso, llevaban horas empacando medicamentos, agua y alimentos, situación que causó desmayos por golpe de calor, hipoglucemia y baja en la tensión arterial. “Llegamos hace cuatro horas y estaremos aquí hasta que seamos útiles”.
Atendió a casi 10 personas que cayeron o se lastimaron por cargar grandes volúmenes de ayuda. “Les revisamos la presión y los niveles de glucosa. La urgencia de la situación requiere la presencia de los universitarios”, dijo Brad.
Egresado de Química, Raúl Pineda Aquino, químico farmacéutico biólogo, participó con sus compañeros de la generación 84-88 en diversas tareas: como cordón humano de seguridad para impedir el paso de personas que con el deseo de prestar ayuda intentaban entrar a la zona de riesgo.
Ya antes “nos habíamos reunido para colectar ayuda para los afectados por el sismo del 7 de septiembre en Juchitán, Oaxaca”, contó.
Gran esfuerzo
Carlos Cornelio Magallanes, estudiante del noveno semestre de Ingeniería Industrial de la UNAM, decidió crear junto con otros compañeros la página de Facebook Voluntarios UNAM 2017.
“Nuestro gran logro fue convocar en muy poco tiempo a mil 200 personas, y actualmente somos más de mil 500. Gran parte son de la comunidad universitaria, pero también se sumaron individuos externos”, mencionó.
Primeramente, lograron el apoyo de Protección Civil y se organizaron fuera del Estadio Olímpico Universitario. Así, se conformaron cerca de 120 brigadas con 20 personas cada una.
Alejandro Crespo, estudiante de Ingeniería en Electrónica, también acudió a las brigadas, participó en las acciones de rescate en Gabriel Mancera (colonia Del Valle), y luego en la Industria Textil (colonia Obrera).
En ambos sitios levantó escombros; en el segundo hizo de todo, como manejar herramientas pesadas. “Fue algo extenuante”, concluyó.