Seminario Permanente de las Ciencias Sociales
Trump ha agudizado la crisis democrática en EUA
La segunda administración del republicano ha incendiado la relación con AL: Nayar López Castellanos, catedrático de la FCPyS

Es evidente que existe una crisis y una decadencia de la democracia en Estados Unidos, además de la polarización interna que el presidente de ese país, Donald Trump, ha agudizado al señalar que esa nación es la panacea de la libertad y el orden, afirmó Nayar López Castellanos, académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM.
Esta segunda administración de Trump inició con un discurso encendido, con nuevas y viejas amenazas a la soberanía latinoamericana y caribeña.
“No cabe duda que las coordenadas de esta política intervencionista presentan ciertas novedades que nos hacen pensar en un reacomodo de los mecanismos de la hegemonía estadunidense a partir de los cuales se pretende reforzar el control regional latinoamericano y caribeño”.
Al participar en la segunda sesión del Seminario Permanente de las Ciencias Sociales 2025. Reconfiguraciones en el mundo actual: Retos para nuestras ciencias sociales, destacó que ante la avasallante política intervencionista de Estados Unidos en la región, que cruza todos los órdenes, económico, comercial, militar y cultural, la alternativa para México sería mirar hacia el sur global, “plantearnos ir hacia los países BRIC (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) para diversificar la relaciones comerciales, financieras y económicas de México en particular, y de la región en general”.
Recalcó que México debe dar un giro en su relación histórica con Estados Unidos y comenzar a romper esas cadenas históricas estructurales, además de su dependencia económica con ese país y comenzar a diversificar la relación con los países con quienes comparte problemáticas de evidente dimensión como pobreza, desigualdad, migración y colapso ecológico, entre otros.
Más allá de las buenas intenciones y de la relación estrecha con Cuba, uno de los países latinoamericanos con mayor predominio del intervencionismo estadunidense, es necesario “pasar del discurso a los hechos y mirar hacia el sur”, apuntó el universitario en la mesa de análisis Impactos geopolíticos del nuevo gobierno de Trump en América Latina y el Caribe.
En su oportunidad, la académica del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM, Ana María Aragonés Castañar, comentó que en este momento en México existe una gran incertidumbre debido a la guerra de aranceles de Trump.
“Vemos en Estados Unidos un nacionalismo fascistoide que representa a la derecha y a la ultraderecha, igual que ocurre en algunos países de Europa y América Latina”.
Recordó que cada vez que un país latinoamericano intenta salir de los intereses estadunidenses, de inmediato se desata la injerencia de ese país, han sido tremendos los golpes de Estado y el lawfare.
Opinó que México debe buscar competir, aunque no tiene con qué hacerlo, pues los autos que aquí se fabrican no son suyos, “entonces, hace bien la presidenta con el Plan México, recuperar lo nacional con lo que podríamos competir. La solución es complicada, sin embargo, los países BRICS representan una plataforma en la que se puede cooperar, en donde se busca el multilateralismo y un comercio de manera soberana entre países”.
Los BRICS son una posibilidad de regionalización, representan una posibilidad de integración latinoamericana, se pueden hacer cosas conjuntas, precisó.
En contraparte, Raúl Guillermo Benítez Manaut, especialista del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN), opinó que las economías y sociedades de la región son competitivas entre sí, por lo que no tienen ventajas de oportunidad para ser complementarias. Es decir, las economías de Brasil y México son exactamente iguales, “no podemos venderle autos, plátanos y café a Brasil, porque ellos también los producen, lo mismo para Argentina y Chile”.
En el encuentro organizado por el Consejo Académico del Área de las Ciencias Sociales de la UNAM, indicó que los volúmenes de producción no contribuyen a hacer mercados regulatorios complementarios, eso mismo se traslada al campo político, las diferencias políticas entre países latinoamericanos son grandes, sobre todo para México, es difícil competir en Centroamérica, el Caribe y Sudamérica, las dos primeras regiones compiten con Estados Unidos, y América el Sur con Brasil.
Por otra parte, mencionó que en apariencia México parece fuerte, sin embargo, es débil. “Por ejemplo, a diferencia de Canadá, cuya estrategia de enfrentamiento con Trump es diferente, nuestro país está en el polo opuesto, es decir, mientras que la estrategia mexicana es la no confrontación y negociación hasta donde se pueda estirar, los canadienses han optado por la confrontación porque tiene la puerta abierta de la comunidad británica”, por ejemplo.
Asimismo, puntualizó, México no puede romper relaciones con Estados Unidos por el choque macroeconómico que ello generaría. “Nadie cuestiona el liderazgo de la presidenta Claudia Sheinbaum, pero no es suficiente para sostener la economía del país y las bases macroeconómicas que sustentan su liderazgo político, es decir los programas sociales, además de que el país tiene una deuda de 100 mil millones de dólares”.
“La presidenta es una política fuerte, pero conduciendo un Estado débil, con un sistema de justicia débil y colapsado, una policía débil y colapsada también, y aunque la presidenta le diga a Trump que ha estado haciendo mucho, no es suficiente para las ambiciones del mandatario estadunidense que tiene amenazado a México con aranceles de 25 por ciento, mientras que a Canadá no, porque sustituiría ese comercio con los 15 países de la Comunidad Británica de Naciones”.
Qué bueno que tenemos un liderazgo político fuerte, pero necesita al menos un sostén económico que sólo puede brindarlo una negociación con Estados Unidos sobre bases de exportaciones e importaciones sin impuestos, redirigir eso es un tema que podría llevar unos cinco años de futuro incierto.