Para alcanzar un buen estado nutricional al llegar al envejecimiento debemos empezar a cuidarnos desde temprana edad y mantener nuestra composición corporal a lo largo de la vida y, tal vez desde la gestación, afirmó el director fundador del Instituto de Geriatría (2009-2022), Luis Miguel Gutiérrez Robledo.
En su participación en el Seminario Nutrición y longevidad, organizado por el Programa Universitario de Investigación sobre Riesgos Epidemiológicos y Emergentes de la UNAM, indicó que el análisis biológico del envejecimiento ha identificado a la alimentación como uno de los pilares fundamentales, además del ejercicio y las relaciones interpersonales.
En su charla virtual, expuso que hoy “no sólo somos más los que envejecemos, sino que en general los mexicanos vivimos mayor cantidad de años. En el último siglo la esperanza de vida es del doble: la mortalidad infantil es de 11 años, mientras que en la población adulta es prácticamente a los 90 años”.
Apuntó que se han perfilado algunos grupos de nutrientes que parecen tener un efecto más perjudicial o benéfico que otros. Patrones de alimentación como las dietas DASH y mediterránea pueden incidir para favorecer una calidad de vida al envejecer. Sin embargo, elementos aparentemente claros como la ingesta de frutas y vegetales o de carnes rojas siguen despertando dudas.
Cada vez parece más difícil generalizar la alimentación en ciertas circunstancias y para todas las personas, contrario a lo que ocurre con la actividad física, la única acción con un efecto favorable en el envejecimiento y que se puede prescribir prácticamente de manera indiscriminada, aunque es necesario prescribirla apropiadamente en razón de morbilidades, comorbilidades, limitaciones físicas y motivacionales durante la vejez.
Resaltó que consumir una dieta baja en azúcares, rica en vegetales, con una reducción del consumo de carne densa en energía y en general de aquella procesada es razonable, concluyó.