El acceso efectivo a la atención médica no es el que debería ser: Germán Fajardo Dolci

Una verdadera universalización de la salud, indispensable

Tendríamos que contar con una política pública basada en evidencia científica, indicó también el director de la Facultad de Medicina

En México se requiere una verdadera universalización de la salud; un sistema centrado en las necesidades del paciente, con acceso efectivo y de calidad, con disposición de medicamentos para los enfermos y de insumos para los hospitales, en relación con las instituciones educativas y la investigación, y que le dé la importancia que requiere a la salud mental, señalaron expertos de la Universidad Nacional.

En la charla Ante la nueva realidad. Hablemos de políticas públicas en Salud, el director de la Facultad de Medicina (FM), Germán Fajardo Dolci, señaló que el acceso efectivo a la atención médica no es el que debería ser y, por el contrario, ha disminuido por diferentes razones.

Tendríamos que contar con una política pública basada en evidencia científica, en análisis cuidadosos, en experiencias internacionales; no obstante, lo que ha estado sucediendo en cuanto al sistema nacional de salud han sido ocurrencias, advirtió.

En ese ámbito, las barreras, entre ellas económicas y organizacionales, han aumentado. “Esto hace que los resultados para los pacientes y la sociedad en su conjunto no sean lo que esperamos” en calidad y disponibilidad. Por eso ha crecido ese otro sistema, económico y privado, de los consultorios aledaños a la farmacia. De ahí que se requiera de una nueva arquitectura del sistema de salud, afirmó.

Fajardo Dolci opinó que se tenía un camino definido desde los años 80 del siglo pasado el cual se rompió abruptamente en los últimos tres años, y aún “no está claro el rumbo marcado por la presente administración”. Desapareció una estructura para crear el Instituto de Salud para el Bienestar, que no ha funcionado como se creía. Es decir, también se requieren cambios organizacionales con una visión de futuro, y lo más importante: el cambio en el modelo de atención médica, con el paciente al centro.

Doble desafío

Alejandro Mohar Betancourt, también de la FM, refirió que en países como México hay una mezcla de causas de mortalidad: se han desplazado las enfermedades infecciosas y la muerte materna por padecimientos crónicos como enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer y problemas hepáticos. Pero no muy lejos de ellos, los problemas de antes persisten, como la tuberculosis o las diarreas en edad preescolar.

El reto principal es cómo atendemos padecimientos crónicos y cómo las prevenimos en una población que envejece rápidamente y que está llegando a niveles de riesgo; por otro lado, cómo atendemos los rezagos. Es decir, el doble desafío para nuestro país es dar solución a enfermedades denominadas catastróficas por su costo y duración (muchas de ellas son incurables y sólo controlables) y, a la vez, atender las infecciosas.

Si a esto le sumamos la Covid-19, la situación se trastoca. Y ahora que ya se tiene un mejor control de la pandemia, viene una cascada de necesidades por esos otros males que dejaron de atenderse por la emergencia sanitaria, añadió en la sesión organizada por la Fundación UNAM, El Colegio Nacional y el Centro de Enseñanza para Extranjeros (CEPE).

Lo que todos quisiéramos, concluyó Mohar, es una verdadera universalización de la salud, aprovechar todos los recursos y acabar con la fragmentación, porque “hay pacientes que llegan a urgencias al Instituto Nacional de Nutrición pero que deben ser derivados al ISSSTE porque son derechohabientes, en lugar de atenderlos de inmediato”; o el IMSS tiene un cuadro de medicamentos y el ISSSTE otro, etcétera. Hay que trabajar en la enorme inequidad para tener un acceso universal y homogéneo, y cumplir el anhelo de que el paciente tenga un expediente electrónico que le permita ser atendido en cualquier lugar.

Enfermedad mental

La directora de la Facultad de Psicología, María Elena Medina-Mora Icaza, recalcó que el problema más importante de la enfermedad mental son los días vividos sin salud. “Una psicosis puede afectar de manera temprana a las personas, quienes van a morir con el trastorno, pero no por su causa”.

Se dice que hay una sindemia, otra epidemia de enfermedad mental, relacionada con el confinamiento, la pobreza, la pérdida de trabajo, la orfandad o la manera en cómo murieron tantas personas, que debe ser atendida. Por ejemplo, muchos individuos padecen ansiedad por regresar a sus trabajos, los nuevos brotes de contagios, entre otros.

La universitaria refirió que se acaba de hacer una reforma a la Ley General de Salud en materia de salud mental y adicciones que no ha sido bien entendida. “Desaparecer los hospitales psiquiátricos no tiene sentido porque no hay manera de atender a la población si no existen”. Aunque sería lo ideal, únicamente dos por ciento de las camas psiquiátricas están en hospitales generales.

Para tratar a la persona y no a la enfermedad, se requiere ampliar los hospitales generales y tener condiciones de protección y atención. Aunque, aclaró, siempre habrá enfermos quienes tengan que acudir a lugares especializados; se ha hablado de reformar esos sitios para hacerlos diferentes, porque en ellos hay un problema grave de violación de derechos.

Se trata de pacientes con un deterioro cognitivo grave, muchos con incapacidad intelectual severa, quienes son responsabilidad del Estado porque no tienen familiares que los acojan. “Se necesita hacer hogares pequeños, protegidos y dar atención temprana para evitar que lleguen a un deterioro tan grande”. La reforma, que no será fácil, será paulatina. Es necesaria y la ley es un primer paso.

Por último, Medina-Mora mencionó que hoy tenemos la oportunidad de tratar un tema del que nadie quería hablar y que estaba totalmente estigmatizado, ahora resulta que la enfermedad mental nos afecta a todos, ansiedad, estrés, cansancio. Eso hay que aprovecharlo y “disminuir el estigma”.

Lo más importante: si hay un cambio que el paciente esté en el centro.

Por una visión transversal e integral

Al presentar la sesión, Dionisio Meade García de León, presidente del Consejo Directivo de Fundación UNAM, recalcó que las políticas públicas no deben descansar en ocurrencias, sino en las experiencias, el conocimiento, el talento y las recomendaciones que hacen los científicos. En este caso, se requiere una visión transversal, integral, y no sólo tomar en cuenta el aspecto médico, sino también el social. El paciente debe ser el eje alrededor del cual debe construirse el sistema de salud; al hacerlo, tendríamos una realidad distinta.

En la charla moderada por Imelda López Villaseñor, directora del Instituto de Investigaciones Biomédicas, Jaime Urrutia Fucugauchi, investigador del Instituto de Geofísica, miembro de la Junta de Gobierno de la UNAM y de El Colegio Nacional, expuso que las políticas públicas en salud son fundamentales para el desarrollo y bienestar de las sociedades.

Ellas, detalló, proveen las bases y programas estratégicos a corto y largo plazos, e incluyen la implementación de las acciones y la construcción de capacidades que nos permitan tener un entorno saludable, y contender con emergencias y enfermedades, entre otros factores. Por eso, deben estar sustentadas en la investigación científica, con un enfoque hacia la construcción de capacidades, y las acciones estar coordinadas entre el gobierno, sector salud y escuelas y facultades de medicina, en beneficio de la población.

Alberto Vital Díaz, director del CEPE, resaltó la importancia de reflexionar en el tema. Esta charla “está pensada también para incentivar vocaciones, porque estos foros ayudan mucho a las nuevas generaciones”.

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