Buscan reducir riesgos asociados a terremotos y tsunamis

Este es el comienzo de un plan de suma importancia para la seguridad de México, El Salvador y Japón ante el latente peligro sísmico al que están sujetos: Antonio Hernández, director de la FI

Foto: Francisco Parra.

La Universidad Nacional Autónoma de México y diversas instituciones de educación superior (IES) de El Salvador y Japón dieron a conocer el inicio de los trabajos conjuntos del proyecto Science and Technology Research Partnership for Sustainable Development (SATREPS), de reducción de riesgo de desastres y compuestos asociados a grandes terremotos y tsunamis.

El director de la Facultad de Ingeniería (FI), José Antonio Hernández Espriú, externó que es el comienzo de un plan de suma importancia para la seguridad de las tres naciones ante el latente peligro sísmico al que están sujetas.

“Además de los objetivos científicos, también buscamos beneficiar a la sociedad directamente al incidir en las políticas públicas para reducir el riesgo asociado a grandes terremotos y tsunamis. Se ha formado un extraordinario equipo internacional, multi e interdisciplinario, que abarca las ciencias exactas, aplicadas y sociales”, declaró.

Ante la coordinadora de la Investigación Científica de la UNAM, María Soledad Funes Argüello, embajadores, representantes de las universidades de las tres naciones y autoridades de protección civil y de la Secretaría de Marina, el también investigador detalló que entre las acciones se prevé la instalación de instrumentación sísmica y geodésica marina de última generación, a través de campañas oceanográficas en las costas de México y El Salvador.

En la presentación, realizada en el Auditorio Raúl J. Marsal, de la FI, el director general del Centro Nacional de Prevención de Desastres, Enrique Guevara Ortiz, manifestó que esta iniciativa tiene trascendencia por su visión integral para revisar los efectos que desencadenan los movimientos sísmicos en los ámbitos social, económico y ambiental.

Conocerlo es esencial para minimizar riesgos y probabilidades de que se vea afectada la población, así como evitar retrasos en el desarrollo, pues un gran desastre se registra en comunidades que no están bien preparadas y carecen de prevención, aseveró.

Al hacer uso de la palabra, Rosa Delmy Cañas Orellana, embajadora de la República de El Salvador en México, celebró la puesta en marcha de las actividades, toda vez que se resaltan los lazos de cooperación tripartita y se “refuerza el compromiso por el bienestar de nuestras comunidades en la prevención de desastres naturales, a través de la difusión del conocimiento y experiencias propias en dicha materia”.

En tanto, el jefe de la Sección de Economía de la Embajada de Japón en nuestro país, Ryu Murasawa, expresó que el programa fortalece la colaboración recíproca, especialmente ante sucesos como los sismos de 1985 y de 2017, o el tsunami de 2011 en Japón.

Tenemos que vivir con las consecuencias de los desastres naturales, por eso el nuevo proyecto de cooperación tiene el propósito de aminorar la vulnerabilidad de la sociedad debido a estas catástrofes.

Más adelante, el director general de la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA, por sus siglas en inglés), Chiaki Kobayashi, expuso que la JICA apoya trabajos en más de 65 naciones y, desde hace 10 años, coopera con México para el desarrollo académico y el tema de los desastres naturales. “Hay una hermandad entre los países que enfrentan una amenaza muy similar”.

El director general de Operaciones de Proyectos de México de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo, José Alfredo Galván Corona, informó que este proyecto trinacional tendrá una duración de cinco años, y se recibirá una aportación de 800,000 dólares anuales para su financiamiento por parte del gobierno de Japón, mediante la JICA y la Agencia de Ciencia y Tecnología de Japón, en el marco del programa SATREPS.

Una parte de los recursos se utilizará para la compra de equipo de medición del desplazamiento del fondo oceánico de última generación, al igual que un interrogador para el monitoreo de la actividad sísmica con fibra óptica, por lo que se planean múltiples campañas a fin de obtener datos de la deformación del fondo oceánico muy cercana a la región en la que se originan los movimientos telúricos.

Por parte de México, SATREPS será liderado por la Facultad de Ingeniería, la cual coordinará a los también participantes de los institutos de Geofísica, de Ingeniería y de Geografía, así como de la Facultad de Ciencias y del Centro de Geociencias de Juriquilla, todos de la UNAM.

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