El 31 de octubre mandatarios de todo el mundo viajarán a Glasgow con el objetivo de participar en la COP26, la cumbre climática coordinada por la Organización de las Naciones Unidas que busca crear consensos alrededor de las acciones e instrumentos que se aplican alrededor del mundo para combatir los efectos del cambio climático.
Este año un grupo de jóvenes buscará incidir en esas decisiones gracias a la iniciativa Operación COP: Jóvenes Embajadores por el Clima, promovida internacionalmente por The Climate Reality Project y, en nuestro país, por la Secretaría de Relaciones Exteriores, el Instituto Mexicano de la Juventud y el Instituto Matías Romero. Después de una extensa convocatoria que incluyó a más de 300 aspirantes, cuatro fueron elegidas como representantes de México.
Una de ellas es María Fernanda Medina Solís, de 24 años, originaria de Ciudad de México y recién egresada de la licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, quien afirma que esta iniciativa “vincula a las juventudes de una manera totalmente innovadora, es el primer programa en todo el mundo de su tipo que incluirá a jóvenes negociadoras. Somos cuatro mujeres de un país con una economía en vías de desarrollo, vamos a negociar en mesas con adultos estos temas. Qué mejor que darnos una voz a través de la representación real de nuestros problemas para dialogar con la gente que toma las decisiones”.
Junto a las otras seleccionadas –Silvia Cantú (Monterrey), Daniela Arredondo (Querétaro) y Aurora Uribe (CdMx)– la politóloga espera incluir en la discusión alrededor del cambio climático “los principios de la perspectiva de género y los derechos humanos”. Estos temas son de vital importancia porque el cambio climático es “herencia muy irresponsable” que deberá enfrentar su generación y sin dichas perspectivas sería imposible “replantearnos cómo haremos para poder restar todos los efectos que estamos viendo –inundaciones, sequías, tormentas– actualmente”, argumenta.
Medina Solís asegura que su preparación académica en la UNAM le ha permitido ser más consciente de este tipo de problemáticas. “La Universidad me ha preparado muchísimo, es un gran recinto donde conoces un universo con distintos contextos, de distintas latitudes y educación diferente a la tuya. Esto te prepara para poder platicar sobre el cambio climático desde una visión totalmente distinta: qué es, qué son los derechos humanos, qué es la perspectiva de género, cómo le vamos a hacer para integrarlo todo”.
Muchas de estas negociaciones (en la COP) se han tomado como un espacio de afrenta, “pero no deben serlo, ese es nuestro papel como juventudes. A raíz de mi formación en la UNAM, queda muy claro que debemos hablar desde el respeto y nadie tiene la verdad absoluta del mundo. Este espíritu de escucha y la generación de propuestas representan mucho a los pumas. Ése es el espíritu universitario. Mi misión y la de mis compañeras es hablar desde la juventud con ese sentido de urgencia, ya que seremos las generaciones que sufran las afectaciones del cambio climático. Esperemos representar desde una visión multicultural a las juventudes de México”.
La Conferencia de las Partes (COP, por sus siglas en inglés) es organizada todos los años por la ONU desde la Cumbre de Río en 1992 y se le considera el máximo órgano de la Convención de las Naciones Unidas sobre el cambio climático. Su objetivo es brindar un espacio en que los distintos países miembros de la organización puedan construir acuerdos que mitiguen los efectos antropogénicos del cambio climático. Por ejemplo, durante la COP3 se desarrolló el Protocolo de Kyoto; mientras que en la COP21 se firmaron los Acuerdos de París.
Originalmente la COP26 estaba programada para el año 2020; sin embargo, debido a la aparición de la Covid-19, se suspendió hasta el presente calendario. Se espera que más de una centena de mandatarios asistan y se actualicen las metas, en su mayoría no cumplidas, de los Acuerdos de París.