Vacunas, las heroínas ante la catástrofe
“Podemos darle el crédito a las vacunas de la disminución de contagios que hubo en la pandemia, existe un evidencia clara de cómo la vacunación redujo de forma relevante la incidencia y, más importante, la gravedad y muertes ocasionadas por la Covid-19. Son las heroínas en esta pandemia”.
Esa es la manera en que Laura Palomares, investigadora del Instituto de Biotecnología, subrayó el papel clave de la vacunación en nuestro país y alrededor del mundo ante la emergencia provocada por la aparición de la Covid-19 a finales del 2019.
“Algo único de esta pandemia es que quedó clara la responsabilidad de cada uno de nosotros para poder contener con las enfermedades infecciosas y, en general, que quitemos esta cultura muy mexicana de mantenernos trabajando a pesar de estar muy enfermos, el mantenernos en casa, usar los cubrebocas, la sana distancia. Todas estas cosas sin duda ayudaron de manera muy importante, pero, en mi opinión, lo más determinante ha sido la vacunación”, consideró la especialista.
Hasta febrero del 2023 se han suministrado más de 225 millones de dosis –de las marcas Pfizer, AstraZeneca, Cansino, Sputnik, entre otras–, lo que significa que cerca de 90 millones de mexicanos cuentan con protección contra el SARS-CoV-2, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Salud.
Para Laura Palomares “es muy importante recordar que esta situación pandémica permitió que llegaran al uso humano dos tipos de vacunas que no habían sido aprobadas anteriormente: las vacunas de RNA mensajero y las vectorizadas, que aprovechan en particular los adenovirus. No son desarrollos nuevos, porque a veces se piensa que surgieron de repente por la pandemia. Sin duda, fue el catalizador para que estos nuevos tipos de vacunas pudieran llegar tan rápidamente a la población en general”.
La científica universitaria también apuntó que en la Universidad Nacional se sigue trabajando en el desarrollo de vacunas en contra de la Covid-19 y otros virus:
“En este momento seguimos dedicados a la vacuna contra el SARS-CoV-2 con un ritmo diferente y pensando en una aplicación ya no pandémica, sino rutinaria en el país. Me gustaría resaltar que aquí en la UNAM hemos hecho contribuciones muy importantes y una de ellas es trabajar en conjunto entre institutos y facultades, por ejemplo, continuamos participando en la red de laboratorios de la coalición para la preparación de las pandemias que se están formando”.
Y agregó: “no debemos olvidar todo lo que ha contribuido esta casa de estudios, desde diagnóstico, tratamiento y atención a pacientes a lo largo de la pandemia. Es importante recordar el papel que muchos universitarios han tenido durante este tiempo”.