Tras el “supermartes”

Viable, el posible regreso de Donald Trump a la Casa Blanca

De acuerdo con una encuesta de The New York Times, el 73 por ciento de los estadunidenses piensa que la edad de Joe Biden es un problema para desempeñar su trabajo efectivamente

Tras el “supermartes”, fecha con el mayor número de elecciones primarias estatales en Estados Unidos, el posible regreso de Donald Trump a la Casa Blanca se ha fortalecido ya que el candidato republicano aseguró 1,061 de los 1,215 delegados que necesita para ser elegido oficialmente como candidato del Partido Republicano.

Trump consiguió imponerse a su única rival, Nikki Haley –quien después de los resultados se retiró de la contienda con sólo 91 delegados en su cuenta–, en los estados de Alabama, Alaska, Arkansas, California, Carolina del Norte, Colorado, Maine, Massachusetts, Minnesota, Oklahoma, Tennessee, Texas, Virginia y Utah.

Estos datos coincidieron con un sondeo realizado por el Siena College para The New York Times cuyos resultados arrojan que hoy el 48 % de los estadunidenses votaría por el virtual candidato republicano, contra el 43 % por el aspirante demócrata, mientras que el 10 % aseguró estar indeciso; además, el 47 % desaprueba el desempeño de la administración de Joe Biden.

Asimismo, en este posible duelo electoral (https://www.nytimes.com/2024/03/03/us/politics/biden-age-trump-poll.html), el 47 % está totalmente de acuerdo con la premisa de que Biden es demasiado viejo para ser efectivo en su gobierno, el 26 % está parcialmente de acuerdo y sólo el 11 % está fuertemente en desacuerdo con la idea. En el caso de Trump, el 21 % mencionó estar totalmente de acuerdo con la premisa de que el exmandatario es demasiado viejo para tener una presidencia efectiva.

Otro dato que encendió las alarmas en el Partido Demócrata, tras la difusión de la encuesta, está relacionado con que el 19 % de quienes votaron por Biden en 2020 y el 13 % de quienes piensan apoyarlo el próximo mes de noviembre considera que sus 81 años son un problema significativo para poder realizar su trabajo. De conseguir llegar a la boleta para la próxima elección presidencial, tanto Joe Biden como Donald Trump serían los candidatos de mayor edad en la historia de los Estados Unidos y, cualquiera que sea elegido, se convertirá en el presidente electo más veterano de aquel país.

Empuje republicano

Para José Luis Valdés-Ugalde, del Centro de Investigaciones sobre América del Norte, Trump y la maquinaria republicana han conseguido poner al centro de la discusión la edad de Biden, aun cuando su propio candidato no es significativamente más joven, lo que le ha impulsado en la contienda electoral junto a sus problemas judiciales (incluso cuando enfrenta más de 91 acusaciones delictivas).

“Hay que decir que Trump está aprovechando un momentum, que le da visibilidad en el proceso electoral, como un candidato fuerte, pero con muchos casos penales y judiciales que, paradójicamente, le dan más prestigio cuando salen uno tras otro. Es una explicación que sociológicamente hay que investigar: ¿por qué los estadunidenses se están identificando con un delincuente de cuello blanco? El trumpismo significa una degradación cívico-política en el ámbito mundial”, aventura el especialista.

Valdés-Ugalde apunta que también el trumpismo ha encontrado la manera de sacarle provecho al tema migratorio, recalcando reiteradamente la incompetencia del gobierno en turno en ese aspecto y su trato con las autoridades mexicanas.

Relación bilateral

El triunfo de cualquiera de los dos candidatos pondrá el asunto de la migración en “un lugar prioritario y será un tema de campaña. Por eso es probable que México se convierta, desafortunadamente para nosotros, en “piñata electoral”. La posición de Biden de contener la migración no ha tenido éxito en la relación con el gobierno de México, o lo es relativamente, porque nuestro país ha jugado sus cartas de forma bastante convenenciera; no ha tenido claridad sobre la detención y contención de migrantes que, cada vez más, llegan a la frontera norte con Estados Unidos”, argumenta Valdés-Ugalde, y suma:

“Por otro lado, la seguridad y el fentanilo son temas que tiene Biden encima y han sido capitalizados por el partido republicano como parte de la discusión primordial, para quitarle presencia y popularidad al actual presidente. Lo hacen estar en una posición defensiva.”

En relación con este punto, María Cristina Rosas González, profesora en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, agrega que con los antecedentes de Trump la llegada de una mujer a la Presidencia de México podría generar mayores tensiones en la relación entre ambas naciones.

“Debemos recordar que Trump es misógino, le hizo groserías a Angela Merkel cuando era canciller germana en alguna reunión que sostuvieron; incluso en una conferencia de prensa llegaron al punto de que los periodistas le decían a Trump ‘dele la mano a la canciller’ y él simplemente negaba con la cabeza, muy rudo. Esperamos esa rudeza contra la presidenta de México, quien sea, quien gane; además, la agenda bilateral tiene temas torales: migración, seguridad, comercio, y en todos estos temas hay presiones muy fuertes”.

La universitaria recuerda que Donald Trump durante su mandato “llevó a su final al TLCAN y se creó el T-MEC, un tratado comercial que tendrá su revisión en 2026, es decir, dentro de dos años. Y si Trump llega a la presidencia, él estará en la Casa Blanca cuando se haga; y si hay algo que no le gusta, lo externará y no sabemos si esto podría operar en contra de los intereses de México. Hoy tenemos dos grandes controversias en el T-MEC, se van a crear paneles de solución de controversias: uno tiene que ver con el tema del maíz transgénico, en el que se considera que México está violando las normas y, por otro lado, tenemos la reforma energética, en la que se considera que el gobierno mexicano favorece a empresas paraestatales nacionales en detrimento de la participación que podrían tener las de Estados Unidos y Canadá”.

Ambos académicos coincidieron en que tanto Biden como Trump han promovido una agenda aislacionista y proteccionista; sin embargo, el virtual candidato republicano ha promovido acciones más agresivas para conseguir sus fines, complicando en mayor medida cualquier posible entendimiento.

Rosas González pone como ejemplo lo que ha sucedido con China, con la cual Trump mantuvo una guerra comercial, que ha resultado muy beneficiosa para México:

“Ahora somos el primer exportador a Estados Unidos, en parte como consecuencia de las sanciones que Estados Unidos con Trump y Biden –quien las ha mantenido– han impuesto contra China. Pero vienen retos con el nearshoring. Hay una escasez muy importante de mano de obra calificada en México para esto; es un reto fundamental para nuestro país si queremos poder abastecer partes y componentes, y hacer una mayor integración industrial entre México y Estados Unidos.

Para concluir, la experta pone otro punto sobre la mesa: el tema de la seguridad, el cual “está sumamente dañado, porque México ha frenado la colaboración con Estados Unidos. Tenemos una relación muy desdibujada en esa materia, que se vio deteriorada también por la detención del general Salvador Cienfuegos en Estados Unidos y llevó a que el gobierno de Andrés López Obrador terminara de rechazar la presencia y actividades de organismos de seguridad de aquel país en el nuestro, repercutiendo también en el ascenso y márgenes de maniobra de la delincuencia organizada y de los narcotraficantes que operan en el territorio nacional”.

José Luis Valdés-Ugalde, investigador del Centro de Investigaciones sobre América del Norte y editor de la revista Norteamérica, señala que si bien hay preocupación por la edad de ambos candidatos, “es más acucioso y fuerte el rechazo a un presidente como Joe Biden que tiene 81 años”; y opina que probablemente no ha afectado a Donald Trump en la misma magnitud porque éste se mantiene popular con la base dura republicana.

“Son candidatos que la mayoría desearía que no se hubieran presentado en la competencia, pero que ante la inevitabilidad de su presencia en el escenario político no les queda más que tomar postura por uno o por otro. Son candidatos indeseables”, argumenta.

Sin embargo, al interior del Partido Demócrata tampoco se desmarcó alguna otra figura que permitiera a dicha organización elegir un candidato diferente. Así lo explica el especialista universitario:

“Hay una orfandad de figuras nuevas en el Partido Demócrata y, al mismo tiempo, las inercias políticas que llevaron en su momento a Biden al poder han hecho que éste se mantenga vivo y activo políticamente, y deseoso de poder derrotar a Trump de nueva cuenta. Esto hizo que los precandidatos dentro de su partido se hicieran a un lado, dado que es muy difícil competir con un presidente en funciones. La popularidad dentro del Partido Demócrata siempre favorece al incumbent. Es determinante para que Biden pueda mantenerse como el candidato.”

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