Vibrante celebración de tres días
Autoras y autores dejaron en claro que la cultura y el acto de contar y escribir resultan indispensables para enfrentar los retos de la humanidad y buscar perspectivas de solución y de futuro

Escritoras y periodistas como Mónica Lavín, Marcela Turati, Lydia Cacho, Gabriela Cabezón Cámara, Yael Weiss y Sandra Lorenzano, así como los autores Jordi Soler, Naief Yehya, Enrique Díaz Álvarez, Antonio Ortuño, Shadi Rohana y Guillermo Arriaga dejaron en claro que la cultura y el acto de contar y escribir resultan indispensables para enfrentar los retos de la humanidad y buscar perspectivas de solución y de futuro.
Después de la inauguración oficial, a cargo del rector Leonardo Lomelí Vanegas, se llevó a cabo la conferencia inaugural “El exilio de ida y vuelta”, en la que las escritoras Mónica Lavín y Rosa Beltrán, y el también escritor Jordi Soler, suscitaron un diálogo casual y abordaron las características del exilio español en México producido por la Guerra Civil, mismo que los interpela de manera personal.
Beltrán calificó como relevante que el tema de la Fiesta de este año se relacione en torno a la migración, “porque la presencia de los exiliados españoles en México, en particular en la UNAM, fue fundamental para el desarrollo académico e intelectual de la institución”.
Homenajes
Considerado, junto con Gabriel García Márquez, Julio Cortázar y Carlos Fuentes, uno de los máximos exponentes de la época de mayor nivel literario en América Latina, Mario Vargas Llosa fue homenajeado.
En el encuentro, en el que participaron los escritores Enrique Serna, Eloy Urroz, Marisol Schulz y Jorge Comensal, la coordinadora de Difusión Cultural, Rosa Beltrán, quien fungió como moderadora, planteó que Vargas Llosa fue el último representante del boom literario, “perteneciente a una generación única, a un extraordinario grupo de escritores que pusieron la literatura en nuestra lengua en primer plano durante mucho tiempo, una obra tras otra”.
En el auditorio del Museo Universitario Arte Contemporáneo de la UNAM, expresó que, toda proporción guardada, “desde Rubén Darío no había sucedido que Latinoamérica fuera el faro en el resto de países, no sólo de América Latina, sino también de España. Claro que para que esto ocurriera ayudó el hecho de que Franco estuviera en el poder de ese país y hubiera una censura espantosa”.
En el centenario de su nacimiento también fue recordada Rosario Castellanos con un homenaje en el que participaron Socorro Venegas, directora general de Publicaciones y Fomento Editorial de la UNAM, Julia Santibáñez, directora de Literatura y Fomento a la Lectura, y Sara Uribe, principal biógrafa de la autora, quien comentó acerca de la reedición de Cartas a Ricardo: “Es un texto epistolar con el cual manifiesta su gran capacidad para mostrarnos su vulnerabilidad. Es una obra que, estéticamente hablando, es un trabajo literario muy riguroso, que provoca un efecto de espejo con el lector. Por ello, su literatura es en verdad relevante, vigente y en diálogo con los jóvenes de todas las épocas”.
Por su parte, Julia Santibáñez se preguntó: “¿Cuántos autores, a 100 años de su nacimiento, convocan a tantos jóvenes cómo Rosario? Todos ellos se acercan a su obra porque se ven reflejados. Es que, como ella dijo: ‘un poema cifra la esencia del ser humano y el sentido último de la vida’. Es una autora que no ha terminado de decirnos algo, es una voz fuerte y clara. Estamos aquí para celebrar que existen sus libros”.
Socorro Venegas destacó la reedición a su cargo del libro Cartas a Ricardo, y la aparición de un nuevo homenaje, el libro Cartas a Rosario, producto de un concurso para escribirle misivas a la escritora. Señaló también que Castellanos es fundamental para nuestra historia literaria, “a la que me gusta llamar ‘madre literaria’”.
Amigos, familiares y allegados se reunieron para recordar al recientemente fallecido Hernán Lara Zavala, catedrático de la UNAM, escritor, editor y persona muy querida en la comunidad literaria.
“Editor inventivo y perspicaz que rellenó los huecos que tenía nuestra literatura”. Así lo calificó, a través de un video, Gonzalo Celorio, quien subrayó también su labor como director de Publicaciones y Fomento Editorial de la UNAM, donde demostró tener una mirada panorámica que lo llevó a publicar antologías de literatura de toda Hispanoamérica. O crear varias colecciones como Rayuela Internacional o la icónica Pequeños Grandes Ensayos, que aún continúa.
En el homenaje, compuesto de dos mesas, participaron también Aída Lara, David Martín del Campo y Silvia Molina, entre otros.

Seminario internacional
En el marco de la Fiesta del Libro y la Rosa se desarrolló la tercera edición del Seminario Internacional para Profesionales en la Mediación Cultural. “Fronteras de tinta: Infancia, migración y memoria de la literatura infantil y juvenil”. La periodista y escritora Lydia Cacho Ribeiro habló sobre su libro más reciente, El día que invadieron mi planeta: la guerra narrada desde la mirada mágica de una niña.
Al inaugurar el Seminario la coordinadora de Difusión Cultural, Rosa Beltrán Álvarez, consideró que “todos llegamos a la literatura por una mediación, en mi caso fue la voz de mi madre”. La primera vez que escuchas historias, éstas están mediadas por una voz, pero también por ese significado que lectoras y lectores damos a las palabras y, en un principio, cuando se es niño, se literalizan las metáforas”.
En su oportunidad, Julia Santibáñez abundó que la mediación cultural implica un gran trabajo que abre una serie de puertas hacia la lectura que, de alguna manera, nos revoluciona la cabeza para quedarnos enganchados a los libros.
Mencionó que “José Emilio Pacheco escribió: ‘no leemos a otros, nos leemos en ellos, me parece un milagro que alguien desconocido pueda verse en mi espejo’. Eso no sucede si no hay alguien que nos guía, que nos enseña, nos acompaña en esos primeros pasos hacia la lectura, como cuando un niño empieza a caminar; hay que tomarle las manitas, y cuando ya agarró equilibrio entonces soltarlo y se va corriendo. Así en la lectura”.
La tónica del presente
Diversas actividades de origen universitario giraron en torno a los temas presentes en toda la Fiesta. Tales como el conversatorio “Acciones ante el actual panorama migratorio México-EUA”, que reunió a Gretchen Kuhner, activista y creadora del Instituto para las Mujeres en la Migración; María Elena Medina Mora, profesora de la UNAM y directora del Centro de Investigación en Salud Mental Global, y Silvia Morales, profesora titular de dicha escuela.
Señalaron que las condiciones actuales del fenómeno son cada vez más complejas, por lo que se necesita contar con esfuerzos interdisciplinarios e interinstitucionales para atender problemas como la ansiedad, la depresión y otras manifestaciones inéditas presentadas por las personas en tránsito.
En la “Lectura de poesía por Palestina”, coordinada por la Revista de la Universidad de México, se dieron cita el profesor y escritor palestino Shadi Rohana, y los poetas Francisco Segovia y Ángel Hernández, para testificar que la poesía se opone a los momentos de desgracia y tragedia, de los conflictos armados y de los éxodos.
En otro registro, una literatura que se ubica en la encrucijada de la diversidad sexual puede reflejar también un conflicto capaz de producir exilios, ya sea sociales e incluso personales, de uno con uno mismo. El conversatorio “Cuando tu cuerpo te exilia: literatura sexodisidente”, coordinado por la Cátedra Rosario Castellanos de Literatura y Géneros, permitió que Lucía Rueda, Eui Chin Talamantes y Federico Guzmán Rubio hablaran ampliamente del tema.
Y desde la novela, la argentina Gabriela Cabezón Cámara abordó un discurso surrealista para relatar, en su novela Las niñas del naranjel, la historia de la monja Alférez, hija de un militar del siglo XVI que se disfraza de hombre y se convierte en militar. Relato que se conecta con la devastación de los españoles en América y de la que ocurre hoy en el mundo latino.
